Como me pedís siempre resumen de estancia en España, esta ha sido estupenda, fuimos al bautizo de Juan y Mario que están mayorcísimos y preciosos.
Fue en Valladolid,donde pasamos un fin de semana largo de los más divertido con la familia. Nos tomamos las primeras cervezas, vinos y torreznos. Valladolid es de las mejores ciudades de pinchos de calidad que yo conozco. Se lo curran mucho.
Antes de que me preguntéis, aquí no hay bautizos, se nace sin el pecado original. Esto lo contaré en otra entrada sobre ritos.
El bautizo de Juan y Mario fue muy ameno, el sacerdote hizo participar a todos los niños invitados (que había muchos) y fue una ceremonia muy bonita y emotiva.
Todos los niños de portaron genial y tuvieron la recompensa por parte de los padrinos, en Candeleda se llama rebotajina y en Cáceres roña. Consiste en que los padrinos tiren monedas y caramelos a la salida de la Iglesia.
Todos los niños de portaron genial y tuvieron la recompensa por parte de los padrinos, en Candeleda se llama rebotajina y en Cáceres roña. Consiste en que los padrinos tiren monedas y caramelos a la salida de la Iglesia.
Tanto niños como mayores lo pasamos genial y la celebración en el Restaurante el Trigo, espectacular, se come o cena de lujo, quien tenga la oportunidad de ir, que no se lo pierda.
Después del Fin de Semana nos fuimos a Zamora, al Hotel Bodega Spa Valbusenda a celebrar nuestro cumple en plan lujerio total. Yo prefiero el lujo español al asiático. Zamora es una joya bastante olvidada, pero merece la pena perderse por sus calles. Pues si Santi y yo somos un año más viejo. Como dicen mis sobrinas tenemos mucho morro porque nos ahorramos una celebración.
Después del Fin de Semana nos fuimos a Zamora, al Hotel Bodega Spa Valbusenda a celebrar nuestro cumple en plan lujerio total. Yo prefiero el lujo español al asiático. Zamora es una joya bastante olvidada, pero merece la pena perderse por sus calles. Pues si Santi y yo somos un año más viejo. Como dicen mis sobrinas tenemos mucho morro porque nos ahorramos una celebración.
Finalmente llegamos a Cáceres. A casa, como uno está en su casa no está en ningún sitio. Ir a Cáceres es siempre una fiesta, y esta vez más. He podido ir a la Romeria de bajada de la Virgen de la Montaña y pasar San Jorge (Patrón de la Ciudad) y ver la representación de la leyenda que da titulo a este blog. Un autentico lujo.
De este viaje me hizo especial ilusión conocer a una nueva hermana de la Virgen de la Montaña. Fue un placer vivir su primera romería y la mía como expatriada juntas. Muy emocionante la salida de la Virgen del Santuario. Gracias por dejarme compartirla con vosotros.
Mañana vuelvo a las historias de aquí.
Por cierto, entre los muchos regalos que he recibido, destacar este que me hicieron mis sobrinas Inma y Victoria para mi jardín cañi de Al Khobar. Ya está colocado chicas es que ayer hubo tormenta de arena.
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