Este año desde esta ventanita que me permite ser mujer trabajadora en excedencia voy a celebrarlo. Celebrar que nací en un país en transición y que mujeres y hombres espabilados y con ganas de cambio hicieron que se convirtiese en un país libre y que aunque le queda mucho, muchísimo por mejorar, conseguirá equiparar oportunidades y salarios de hombres y mujeres. Conseguiremos que las mujeres no seamos analizadas por cada decisión que tomemos y no tengamos que justificar nuestros méritos y que merecemos el puesto que tenemos y sobre todo que no nos sintamos culpables por no poder estirar las horas del día y llegar a todo y aprendamos a no ser críticas entre nosotras. En definitiva, a ser nosotras, sin demostrar nada.
Aquí que no se celebra o al menos no he visto nada en el periódico de hoy que haga mención a este día (si sale en el de mañana os lo cuento) voy a celebrarlo. Aquí no se organizarán carreras porque en público hay que ir con Abaya y no creo que se pueda correr cómodamente con ella o montar en bici, o ni si quiera se puede organizar un partido ya que las mujeres no tenemos permitido acceder a un pabellón deportivo a ver jugar hombres. Único país de los 194 que hay actualmente en el que las mujeres no pueden conducir, en el que existen entradas en establecimientos públicos separadas. Pues desde aquí voy a hacer mi pequeño homenaje a las mujeres de aquí. Porque hoy cuando repasen en telediarios y periódicos la situación de la mujer en diferentes países hablarán de la India, de países de Hispano América, de países de África …no creo que hablen de las de aquí.
Hay una frase famosa de Groucho que todos hemos oído “de detrás de un gran hombre hay una gran mujer… “(que a mi no me gusta nada) pues en este país es al revés. Hay grandes mujeres, muy preparadas y muy listas, pero como no tengan detrás a un gran hombre (padre, hermano, marido..) que les permita trabajar pues es complicado que lo consigan. Agradecer a esos hombres valientes que rompen con las normas establecidas. En España fueron nuestros padres y abuelos y aquí toca ahora.
De las múltiples frases que se dicen de este día a mi me gusta una de Margaret Thatcher: “ si quieres que se diga cualquier cosa, pídeselo a un hombre. Si quieres que se haga algo, pídeselo a una mujer”. Pues vamos a seguir haciendo cosas mujeres del mundo… la situación de las mujeres aquí no es fácil, pero no hay que enjuiciarlas hay que trabajar para que libremente cada mujer elija su futuro. Esto es válido en cualquier parte del mundo, ya sea en Arabia, Estados Unidos, España o la China…Vamos a empezar a ser corporativistas (como los hombres) y vamos a empezar a ayudarnos y no ponernos zancadillas. La unidad hace la fuerza.
Después de este discurso feminista felicitar a todas mis amigas mujeres trabajadoras, aunque no todas tengan trabajo remunerado. Esperemos que esta maldita crisis termine pronto y todas podamos trabajar o si no lo hacemos sea por decisión y no por imposición.
Mañana vuelvo a las entradas de la vida de aquí, pero el día y el sitio en el que estoy merecían la celebración del día.
Un beso a los que celebrasteis la matanza ayer, me acordé mucho de vosotros. Seguro que Natalia y Miguel se “salieron” con la gincana.
También me permito compartir el blog de mi hermana que ha colgado un poema de mi sobrina Victoria.
http://santaeulaliadigital.blogspot.com/2015/03/secuelas-de-los-versos-perversos.html
Gracias por la publicidad.
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